Congelar es la mejor manera de no desperdiciar comida
¿Has deleitado a tus amigos con tu receta única de lasaña? Pero ni los más glotones han conseguido hacerse con ella. ¿Qué puede hacer? Guardarla en el congelador para la próxima vez.
Salvo algunas excepciones, la mayoría de los alimentos pueden congelarse y conservar su aspecto, textura y sabor, así como la mayor parte de su contenido en vitaminas y minerales. Pero hay algunas reglas básicas que conviene recordar:
- Los alimentos congelados deben ser muy frescos e introducirse en el congelador lo antes posible, después de comprarlos o cocinarlos. Así conservarán sus cualidades organolépticas, al tiempo que se limita la proliferación de bacterias.
- La temperatura de tu congelador también es importante, así que asegúrate de que alcanza los -18°C.
- Para que la congelación sea un éxito, envasa los alimentos herméticamente en recipientes adecuados al tamaño del contenido.
- Utilice una caja de cristal transparente para comprobar el estado de los alimentos e identificarlos.
- Etiquete su caja de conservación (fecha de caducidad, cantidad) para orientarse mejor y evitar cualquier riesgo de desperdicio de alimentos.
Nuestro consejo contra el despilfarro de alimentos congelados: ¡congela pequeñas porciones de comida! Así te resultará más fácil ajustar las proporciones que quieras comer más tarde. También facilita la congelación y posterior descongelación.
¿Qué alimentos no se pueden congelar y en qué plazos? Aquí tienes algunas cosas que debes tener en cuenta:
- Por tu salud, nunca vuelvas a congelar un producto ya congelado. Cuidado con el pescado, por ejemplo, que a menudo ha sido congelado antes de llegar a la pescadería. En cambio, es perfectamente posible volver a congelar un producto si se ha cocinado mientras tanto.
- No todos los alimentos resisten la congelación: por ejemplo, las frutas y verduras ricas en agua (melón, lechuga, pepino, tomate, fresa) no saldrán muy bien y perderán todo su sabor. Otros ejemplos: huevos, quesos frescos o blandos, yogures o postres de nata; una vez descongelados, habrán perdido su textura y sabor.
- Respete los plazos de conservación recomendados: 24 meses para las frutas y verduras, la bollería, la pasta y la pastelería cruda; de 2 a 3 meses para las carnes cocidas y picadas; 3 meses para la comida casera y 1 mes para el pan.
La ventaja Pyrex®: ¿sabía que si congela su receta en una fuente Pyrex®, podrá recalentarla directamente en el horno? Los recipientes de vidrio Pyrex® son resistentes a los choques térmicos hasta 220°C*, por lo que no hay necesidad de esperar a que se descongelen los platos o de trasladarlos a otro lugar, ¡simplemente mételos directamente en el horno y disfrútalos más rápido! Sencillo y muy práctico.
A partir de ahora, prepárate para congelar como es debido y disfruta de todos los beneficios de este consejo:
- ¡Come fruta y verdura local todo el año!
- ¡Disfruta rápidamente de deliciosas comidas caseras!
- Evite el desperdicio de alimentos: ¡es bueno para el planeta y para su bolsillo!
*Resistente a los choques térmicos: EN 1183 220°C